No voy a entrar en detalles técnicos sobre el decreto, para detalles específicos, haciendo click aquí encontrará esas respuestas.
Considero que luego de casi 1 mes de implementación, hay que resaltar algunos aspectos que este nuevo impuesto genera en el día a día; por un lado, se generó una actualización de base de datos entre clientes y proveedores, hubo renovación de Registros Únicos Tributarios, la cual se debe hacer periódicamente, pero en el el ejercicio no todas las empresas lo cumplen.
El gobierno, como por varias, se ha sabido lavar las manos para el recaudo, la norma es clara y dice que para cualquier compra (desde $1) hay que practicar la retención, y al final del período el comprador deberá pagar un porcentaje sobre la base gravable según la actividad económica del proveedor. Pero, no especifica qué hacer cuando el valor de la retención no existe en moneda circulante (menos de $50). La posición estatal es facilista, el comprador debe asumirla, pero, cuántas compras de menos de $16.667 pesos hacen las empresas diariamente? Rta./ Miles.
La implementación ha sido un reinado de improvisaciones, hay desinformación, el decreto se divulgó 2 días hábiles antes de comenzar su cumplimiento (26/Abr/2013 para iniciar el 01/May/2013), no se tiene claridad sobre el pago del impuesto y no hay condiciones técnicas (moneda de bajo valor) para efectuar el recaudo.
Antes, si una empresa necesitaba hacer compras por caja menor (papelería, ferretería liviana, alimentos, etc), simplemente envía a un colaborador con el dinero para pago, éste recibía su factura, mercancía, devuelta y listo, la transacción quedaba completa.
Ahora, debe enviarlo con copia del decreto (físico o digital) o con dispositivo de comunicación para llamar a consultar, preguntar la actividad económica del proveedor, solicitar RUT actualizado, hacer el cálculo de la retención (sin saber en muchos casos ni cómo ni qué hacer) y luego darse cuenta que no existe moneda para la retención; en serio el gobierno cree que esto es óptimo?
Probablemente algunas empresas se vean beneficiadas por el cambio que se hace entre el pago de parafiscales y este impuesto, solo el tiempo lo dirá; lo claro es que muchas cosas no están claras y es un buen ejemplo de mala planeación por parte del actual gobierno nacional, o usted que cree?
El problema, pienso, más allá de la falta de claridad en la finalidad y aplicación de esta nueva "estrategia tributaria" parte de las prácticas absurdas y poco innovadores del estado que se basan en realidades o "éxitos" en el mundo o la historia y de teorías arcaicas para solucionar problemas presentes en un contexto totalmente diferente y con necesidades de fondo y forma muchísimo más complicadas que el pago o no. Personalmente considero que ninguna estrategia va a logra impactar el mercado, la economía y mucho menos los patrones de comportamiento frente pagos tributarios siempre y cuando los incentivos no sean cambios en el manejo del poder y el uso de recursos públicos.
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